Los años pasan para todo el mundo y llega un momento en el que la etapa del envejecimiento es inevitable. Hay muchos estereotipos negativos del envejecimiento, pero debemos entenderlo como una fase normal, única y crucial de la vida y no como un sinónimo de decadencia.

El proceso de envejecimiento se asocia a una serie de cambios físicos que deben tenerse en cuenta. Estos cambios y diversas patologías que pueden surgir asociadas a la edad se pueden controlar y prevenir mediante ciertos cuidados básicos.

¿Qué cuidados básicos debemos realizar?

Entre ellos destacamos los hábitos saludables como hacer ejercicio, llevar una alimentación adecuada, mantener buenas relaciones familiares y sociables, y desarrollar ocupaciones. De este modo podremos mantener una saludable autoestima, importante destacar que esta también está determinada por una correcta higiene corporal.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de higiene corporal?

Nos estamos refiriendo al aseo personal (ducha, lavado de manos, aseo de los pies, afeitado...), y también al aseo de todo aquello que nos haga mantenernos más a gusto con nosotros mismos y con el entorno que nos rodea (la ropa y el espacio donde vivimos). A si mismo colabora también en el mantenimiento del estado de bienestar físico y psíquico de la persona.

Su objetivo principal es la prevención de ciertos problemas como las infecciones, problemas en la piel como irritaciones o lesiones, se estimula la circulación sanguínea y el malestar general. Por ello importante la limpieza e hidratación de la piel.

¿Cómo realizaremos el aseo a personas mayores?

• Cuando la persona necesita ayuda es importante informar en todo momento y mantener la comunicación verbal, involucrándola. Respetando la intimidad de la persona durante el baño.
• Debemos tomarnos el tiempo que necesitemos sin prisas, y si se precisa ayuda, potenciar la realización de acciones y no suplirlas para ir más rápido. Estableciendo rutinas.
• El espacio debe ser íntimo, seguro y cómodo para realizar la higiene.
• La temperatura del lugar y del agua debe de ser agradable, entre 22 y 25º.
• Debemos tener todo a mano (jabón, champú, toallas limpias, ropa, peine, colonia y lo que se necesite) para evitar caídas. Utilizar ayudas técnicas como sillas para el baño o barras de anclaje si es preciso.
• Utilizar jabones con pH neutro que respeten la flora bacteriana natural de la piel.
• No olvidar la dentadura.
• Si hay que afeitar o cortar uñas debe hacerse antes y sentado. Revisando y poniendo atención al estado de los pies.
• Tras el aclarado del jabón debe secarse la piel minuciosamente e hidratarse poniendo especial atención en las zonas más susceptibles a irritación o descamación.