Cerca del 55% de personas que sufren incontinencia urinaria afirman que les provoca alteraciones en su vida cotidiana, limitando su actividad física, su vida social y su vida laboral.
Es uno de los problemas de salud que más repercute al bienestar de los pacientes, afectando a más del 5% de la población española, principalmente a mujeres.
Adaptarse a la incontinencia urinaria supone un gran reto psicológico tanto para quienes la padecen como para aquéllos que convivan con las personas, ya sean familiares o el cuidador, que a veces esta responsabilidad también recae sobre un familiar.
La mayoría de veces, este problema genera una situación de pudor en la persona que lo padece. Pudor para hablar del problema y por tanto para vivirlo de forma natural. Esto genera una serie de inconvenientes en su vida.
Cuando hay incontinencia de orina, la primera reacción en los pacientes es la negación y tienden a pensar que es algo pasajero, lo esconden y no lo comentan con nadie. La situación cada vez se agrava más, haciéndoles sentir desanimados y avergonzados, perdiendo así su autoestima y confianza en sí mismos. Todo ello les genera un impacto directo en su vida social, ya que tienen miedo a ser descubiertos y no ser aceptados por los demás. Puede generar ansiedad y depresión, por todo esto es importante consultar con el médico para la elección del tratamiento y evitar llegar a estos extremos, la incontinencia puede tratarse.
Son muchos los casos en que las personas con incontinencia urinaria dejan de acudir a sus actividades cotidianas por vergüenza, como puede ser ir al gimnasio, a clases, con sus amigos o incluso a trabajar, ya que nunca saben cuándo puede ocurrirles un accidente y tener pérdidas. También afecta en el contexto de la pareja, llegando incluso a irse a dormir a camas separadas. La calidad de vida, por tanto, se ve disminuida.
La gestión emocional por parte de las personas de su entorno o familiares también es muy importante. Muchas personas tienden a negarlo quitando importancia, lo cual no es de ayuda. Muchos otros tienden a enfadarse por la sobrecarga que conlleva, o por la nueva responsabilidad de cuidadores que tienen. Pero todo esto se soluciona siempre con información, porque nadie sabe cómo gestionar estas situaciones sin ayuda de un profesional. Por ello es lo primero que debe hacerse.
¿Cómo gestionar la situación de la incontinencia urinaria?
La comunicación siempre es la clave para gestionar cualquier problema. Es fundamental hablar del tema, entre la persona afectada y todos aquéllos que se encuentren en su entorno. De hecho, la tradicional respuesta de negación genera que la situación sea más incómoda al no hablarlo. Al hablar de los problemas, se les resta importancia y se normalizan llegando a ver como quizá se había dramatizado. Algo muy importante por parte del cuidador o de aquellos allegados, es lograr comunicarse teniendo tacto en las palabras, ser respetuoso, comprensivo y no avergonzarle. Algo que nunca debemos hacer es reñir al afectado ya que debemos comprender que son accidentes, involuntarios, y que ellos son los primeros que querrían normalizar la situación.
Por ello también es muy importante ponerse en manos de profesionales. El profesional dará herramientas tanto al afectado como a la familia si es preciso para gestionar el problema de la mejor manera. Si tuviese problemas de vergüenza para ir al médico, te contamos cómo superar esta vergüenza.
El 50% de las personas con incontinencia de orina no acuden al médico, esta infradiagnosticada e infra tratada. Es un tema tabú que se normaliza aceptando la incontinencia como parte del proceso normal del envejecimiento. No es así, el envejecimiento es un factor de riesgo para padecer incontinencia, pero no un motivo. Remarcar que hay tratamiento para los diferentes tipos de incontinencia, importante acudir al médico, cuanto antes se realice el diagnostico mayor será el éxito del tratamiento.
Cuando la incontinencia no es reversible y genera un gran cambio en la vida de las personas que la padecen, nuestro objetivo es normalizar esta situación. Siempre con comunicación y respeto. El médico o enfermera pueden informar de la amplia gama de absorbentes para paliar la incontinencia y así lograr que la incontinencia te deje vivir tranquilo.