“Hace veinte años, al nacer mi hijo, tuve una lesión del esfínter anal y quedé algo incontinente. El intento de reparaciones posterior fue un fracaso dejándome incontinente total. Ni sentía ni notaba nada, era una mujer de 35 años con futuro difícil, ligada a unos pañales y a un aseo.»
"Al principio fue muy duro, tuve que dejar mi trabajo de cara al público y buscar otro. Mi vida social se vio truncada, ya que no tienes ganas de salir por el miedo a los escapes, te parece que hueles mal y tú mismo te vas aislando, de todo y de todos… La vida familiar también sufre, se ve muy mermada, muchos días no puedes acompañar a tus hijos a la escuela, no puedes ir con ellos al parque, a la playa…Eso limita mucho tu vida y cómo no, tu calidad de vida.
Asumida mi nueva situación y después de visitar diferentes especialistas, me operaron varias veces para reconstruir el esfínter, pero las operaciones no solucionaron mi problema. La suerte quiso que acabara conociendo a otros profesionales excelentes que me pusieron un neuroestimulador sacro, que me ha permitido volver a tener calidad de vida. Ahora puedo volver a tener vida social, salir a cenar, ir a la playa…. Vuelvo a sonreír y soy feliz.
Al cabo de un tiempo mi doctora nos propuso crear una Asociación. Nos juntamos unos cuantos pacientes y un grupo de médicos muy implicados (Dr. Albert Navarro, Dra. Arantxa Muñoz, Dra. Yolanda Ribas) y así creamos ASIA (Asociación Incontinencia Anal), para poder ayudar a las personas a que no pasen por todo lo que pasamos nosotros. Hoy en día, hay muchos tratamientos y muchas soluciones para poder tener una mejor calidad de vida que la que yo tuve.
Ahora, me llena de satisfacción decir que, tras 6 años al frente de ASIA, hemos creado delegaciones en diferentes comunidades para intentar llegar a toda España. Hemos podido ayudar a mucha gente, porque desgraciadamente es un tema tabú y nadie habla abiertamente de incontinencia anal. Poco a poco, estamos dando visibilidad a esta patología tan invalidante, que se puede padecer a cualquier edad, no solo la padecen los ancianos, sino que jóvenes y niños también.
Por eso creo que debemos hablar abiertamente de lo que nos pasa, para buscar tratamiento y también por que hay muchos productos que nos pueden ayudar a mejorar el día a día, sobre todo para poder salir con la mayor normalidad posible.
Animo a todo el mundo a preguntar, a informarse, ya que, si eres un paciente tratado, seguro que tu calidad de vida ha mejorado.”
Àngels Roca
Presidenta ASIA