La incontinencia urinaria es una enfermedad. El hecho de que la incontinencia urinaria masculina siga siendo un tema que cuesta abordar entre muchas personas que la padecen trae consigo algunos problemas de desinformación.
Existen ciertos mitos en torno a esta patología que conviene aclarar.
La incontinencia no es una enfermedad, sino cualquier pérdida involuntaria de orina de forma permanente o transitoria que puede ser causada por múltiples factores.
La incontinencia sólo afecta a las mujeres.
Aunque es cierto que afecta más a las mujeres en concreto a 1 de cada 3 mujeres a partir de 50 años, la diferencia más significativa se encuentra en edades comprendidas entre los 30 y los 50 años, a partir de dicha edad poco a poco se va igualando hasta ser equivalente en edades muy avanzadas. Por tanto, la incontinencia urinaria masculina se equipara a la de las mujeres.
Los hombres no tienen suelo pélvico.
Sí, igual que en las mujeres, el suelo pélvico es un grupo de ligamentos y músculos que se encargan de cerrar el suelo del abdomen y mantener en una posición correcta la vejiga y el recto.
Normalmente, la incontinencia urinaria en hombres se debe al deterioro del esfínter, el músculo circular que controla el flujo de la orina hacia el exterior de la vejiga.
El esfínter es parte de la musculatura del suelo pélvico, por lo que, ejercitando dichos músculos a través de técnicas como los ejercicios de Kegel, estaremos ayudando a controlar la micción.
La cirugía de próstata provoca siempre incontinencia urinaria.
Una de las consecuencias frecuentes que aparecen después de que un hombre se someta a una operación por cáncer de próstata es incontinencia urinaria. Generalmente la incontinencia urinaria masculina post-prostatectomía es transitoria, pero no siempre tiene que aparecer esta complicación.
Los hombres y las mujeres padecen el mismo tipo de incontinencia.
No, en los hombres la incontinencia más común es la de urgencia mientras que en las mujeres es la de esfuerzo.
La incontinencia de urgencia es la pérdida involuntaria de la orina que se origina al producirse una contracción involuntaria de la musculatura de la vejiga, lo que produce el escape de la orina en momentos y lugares no apropiados.
Por otro lado, la incontinencia de esfuerzo o estrés es la pérdida involuntaria de orina que se produce al realizar algún esfuerzo que aumente la presión intraabdominal, el cual puede ser importe como levantar pesos o bien, tan leve como la risa, resultando en esta situación una incapacidad para mantener cerrado el esfínter de la uretra, por lo que se produce la salida involuntaria de la orina al exterior. Este tipo de incontinencia urinaria no está asociada a la necesidad de orinar.