Al reír, toser, estornudar, caminar, hacer ejercicio o levantar un objeto pesado se pueden producir pequeñas pérdidas de orina producidas por un debilitamiento de la musculatura pélvica.
Estas pérdidas se corresponden a la incontinencia por estrés o esfuerzo.
¿Qué es la incontinencia por estrés o esfuerzo?
La incontinencia por estrés o esfuerzo es frecuente en mujeres mayores y supone probablemente la forma más común de incontinencia urinaria en mujeres menores de 75 años. En los hombres la incontinencia de estrés es rara, normalmente se asocia a cirugías de próstata.
Una de sus características más importantes es que la incontinencia por estrés no está asociada a la necesidad de orinar.
Al realizar un esfuerzo como toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar un objeto pesado, se pueden producir pequeñas o moderas pérdidas de orina ocasionadas por el debilitamiento de la musculatura del suelo pélvico, es decir, los músculos responsables de controlar la micción.
De los aproximadamente 200 millones de personas en el mundo que sufren de incontinencia urinaria, más o menos la mitad experimentan los síntomas de la incontinencia por estrés o de esfuerzo. No obstante, es importante acudir al médico para su correcto diagnóstico y así, poder empezar cuanto antes el tratamiento más adecuado.
¿Por qué se producen las pérdidas?
Ciertos momentos vitales como el embarazo y parto, el consumo de algunos medicamentos, los problemas derivados de la próstata, el sobrepeso, la obesidad, la menopausia pueden provocar debilitamiento del suelo pélvico. Entonces, cuando se ejerce presión sobre la vejiga, la orina pasa sin que el esfínter (musculo que controla la micción) pueda comprimirse y evitar el escape de orina. Dicho de otro modo más técnico, la incontinencia urinaria se produce cuando la presión del interior de la vejiga es superior a la presión de la utetra.
Incontinencia por estrés en mujeres
En el día a día, es común realizar pequeños esfuerzos o algunas actividades físicas, que aumentan la presión abdominal que se ejerce sobre el suelo pélvico. Si, por las causas que sean, la musculatura pélvica está debilitada, los mecanismos de continencia fallan, produciéndose escapes. En el caso de las mujeres, este tipo de incontinencia puede producirse por la disminución de estrógenos en la menopausia.
Para fortalecer el suelo pélvico y así prevenir los escapes de orina y los problemas derivados de la incontinencia por estrés, es muy recomendable practicar con regularidad los ejercicios de Kegel, esta actividad física constituye en realizar una serie de contracciones y relajaciones de los músculos pélvicos. Algunas modalidades de Pilates son también beneficiosas para fortalecer el suelo pélvico. Ejercicio moderado, una dieta equilibrada, hidratación en su medida y… ¡a vivir tranquila!