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Cuidador quemado, ¿qué es este síndrome?

¿Qué es el síndrome del cuidador quemado? En nuestra sociedad actual, cada vez se ven más de estos casos, suscitando el interés de muchos. Es clave saber identificar sus síntomas y signos, además de llevar a cabo una serie de recomendaciones.

¿Qué es el síndrome del cuidador quemado? En nuestra sociedad actual, cada vez se ven más de estos casos, suscitando el interés de muchos. Es clave saber identificar sus síntomas y signos, además de llevar a cabo una serie de recomendaciones.

¿Qué es el síndrome del cuidador quemado?

Es un estado en el que la persona manifiesta un excesivo agotamiento físico, mental y emocional al estar sometido a largos periodos de estrés y de alta implicación con personas dependientes. Este síndrome lo pueden padecer familiares de personas mayores o de aquellas que han perdido una cierta capacidad de autonomía.

Síntomas del síndrome

El cuidador manifiesta tener una sensación de agotamiento extremo, falta de energía. Además, esta persona ve que no puede reaccionar ante distintas situaciones del entorno, ni siquiera emocionalmente. En cierto modo, también sufre un agotamiento emocional que le hace pensar que no puede seguir afrontando las responsabilidades.

Otro de los síntomas es la desconexión con su alrededor y con la persona a la que cuida. Es decir, sabemos que esta persona actúa de forma mecanizada, dándole un trato despersonalizado a la persona dependiente.

Por otro lado, destacar que el síndrome produce un deterioro de las relaciones interpersonales (con familiares, amigos, etc.) y de la autoestima. En cierto modo, puede desembocar la depresión, la ansiedad, el insomnio o la irritabilidad.

Por último, también es característica la aparición de una percepción negativa de la realidad, disminuyendo su rendimiento en otras tareas (deterioro de la percepción de autoeficacia).

Cómo combatir este síndrome

Estas diez recomendaciones se pueden aplicar en cualquier persona que se encargue de cuidar a un familiar, paciente o allegado:

1. Debemos comer adecuadamente para obtener la energía necesaria ante esos momentos de estrés. Los alimentos ricos en vitaminas y minerales, como las frutas y verduras, son los mejores aliados.

2. Realizar actividad física es crucial para desprender el estrés acumulado.

3. Debemos pedir colaboración al resto de la familia, delegando y dividiendo las tareas.

4. Es importante mantener nuestra autoestima como cuidadores, hablar con otros siempre en positivo.

5. Es clave dotarnos de momentos de ocio para que podamos volver a la realidad (ir al cine, a dar un paseo, etc.).

6. No es recomendable automedicarse para combatir algunos de los síntomas. Se debe acudir al médico nada más notarlos.

7. Realizaremos descansos a diario (por ejemplo, de una hora) y semanales (un día) para desconectar.

8. Hay que poner límites a las demandas de la persona dependiente, sin sentirnos culpables por ello.

9. Procuraremos facilitar la autonomía de la persona, en la medida de lo posible.

10. Gestionaremos el tiempo, apuntaremos las actividades a corto plazo, para tener más control de la situación.

Hasta un 85 % de los cuidadores pueden padecer el síndrome del cuidador quemado. Por eso, es importante prevenirlo, antes que tratarlo.

 

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