La piel constituye la principal barrera estructural de defensa del organismo frente a agentes externos. Existe un constante equilibrio entre agentes externos (microorganismos, temperatura, humedad) y huésped, de manera que la alteración de ese equilibrio puede favorecer el desarrollo de infecciones, problemas de integridad de la piel y otros.
La irritación, las lesiones y las infecciones de la piel son motivo frecuente de consulta, al ser procesos que pueden asociarse a otros, agravar otros preexistentes y, en algunas circunstancias, podrían inducir mortalidad.
El área genital puede presentar una gran variedad de dermatosis (procesos inflamatorios de la piel) originadas en la región o secundarias a trastornos sistémicos o generalizados. La proximidad de los tractos urinario, gastrointestinal y genital, así como la presencia de factores locales como la temperatura, la humedad, y fluidos corporales inducen a múltiples tipos de dermatosis y a tener problemas con el enrojecimiento, la descamación la desnutrición y la infección por hongos (entre ellas la candidiasis). También se pueden formar ulceras por presión si la persona esta desnutrida o pasa la mayor parte del tiempo en una silla de ruedas o en una cama y no se producen cambios posturales frecuentemente.
La dermatitis asociada a la incontinencia urinaria se manifiesta con inflamación, eritema, a veces también con erosión de la dermis a nivel de la zona perineal o perigenital.
La prevalencia de la incontinencia urinaria en las personas mayores de 65 años es superior al 20% alcanzando cifras del 50% en las personas institucionalizadas. Esto origina dermatitis perineales que oscilan entre el 10% y el 40% de los casos. Las principales causas de la dermatitis son: exceso de humedad, aumento del PH superficial de la piel, desarrollo o la agresividad de microorganismos de esas zonas húmedas y a factores mecánicos como presión y fricción que facilitan que los gérmenes atraviesen la barrera epidérmica.
Estas dermatitis por humedad con frecuencia producen dolor, escozor, prurito y, con frecuencia, originan infecciones cutáneas destacando la candidiasis. Las candidiasis se acompañan de prurito, eritema (enrojecimiento), intenso edema (hinchazón), excoriación y formación de fisuras que deben ser tratadas con fármacos específicos.
Recomendaciones para evitar infecciones en la piel
La higiene íntima es un hábito que tanto hombres y mujeres deben prestar especial atención:
- Lavar los genitales con agua y un jabón específico de higiene íntima a diario de delante hacia atrás para no arrastrar las bacterias del ano a la vagina y aclarar con abundante agua eliminando todo resto de jabón para evitar posibles escozores, así como antes y después de mantener relaciones sexuales o tras ir al WC, con el fin de eliminar cualquier tipo de bacteria.
- Secar la zona con compresas o una toalla especial para evitar la humedad, que favorece las infecciones vaginales y urinarias.
El factor clave para la prevención de la dermatitis asociada a la incontinencia es el manejo de la humedad de la piel. Para ello se aconseja usar:
- Absorbentes que sean transpirables para mantener el grado de humedad y PH que no dañe la piel.
- Absorbentes suaves tipo ropa interior para evitar roces y úlceras por presión y con varias capas para que absorban la humedad durante un tiempo prolongado.
- Cambiar con frecuencia el absorbente, incluso por la noche, para intentar que la piel esté lo más seca posible
- Prestar especial atención a la época veraniega, ya que el sudor provocado por el uso de absorbentes puede incrementar la aparición de rozaduras
- Usar cremas barrera en la zona perineal y otras zonas afectadas