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Cómo evitar que los fármacos prescritos aumenten los síntomas de incontinencia

El actual proceso de envejecimiento poblacional lleva aparejado una mayor expectativa de vida, una mayor tasa de centenarios –desconocida en etapas anteriores de la historia de la humanidad- y también una mayor proporción de adultos mayores en proceso de envejecimiento exitoso. Sin embargo, es cierto, también este envejecimiento poblacional favorece la aparición de enfermedades crónicas, favoreciendo el concepto clínico de comorbilidad y la mayor prevalencia de algunos síndromes geriátricos, como la incontinencia urinaria y la polifarmacia.

En España, la prevalencia de incontinencia urinaria en adultos mayores de 60 años se sitúa en el 15% en mujeres y en el 11,6% de los hombres. Esta prevalencia aumenta en pacientes  hospitalizados y en los institucionalizados, donde la prevalencia oscila entre el 43 y el 77%. Asimismo, la prevalencia de polifarmacia, o consumo de cinco o más fármacos diarios prescritos, se encuentra entre el 40 y el 60%. Uno de los problemas de la prescripción de fármacos en el adulto mayor es la presencia de reacciones adversas medicamentosas, situación que actualmente es un problema de salud pública.

Un reciente estudio señala que el 59% de los adultos de más de 65 años con prescripción de 5 o más fármacos presentaron un mayor riesgo de incontinencia urinaria. Entre las mujeres los grupos farmacológicos que aumentaron los síntomas de incontinencia urinaria fueron los antagonistas α-adrenérgicos, las benzodiacepinas y  los inhibidores de la acetilcolinesterasa.

Asimismo, junto con los fármacos es conveniente identificar y tratar de corregir o controlar una serie de factores relacionados con el mayor riesgo de aparición de incontinencia urinaria como son el peso excesivo, las infecciones perineales recurrentes, la falta de actividad física y el sedentarismo, los trastornos congénitos, las enfermedades pulmonares y la diabetes.

Así ante la presencia de incontinencia urinaria en el contexto de una prescripción de fármacos considerables debería de solicitarse una revisión de los fármacos y dosis prescritas. Lo mismo que se debería de hacer ante la aparición de incontinencia en el contexto de la prescripción de un nuevo fármaco. Estas medidas, junto con otras medidas no farmacológicas que vamos a comentar a continuación permiten recuperar la continencia urinaria entre un 30 y 40% de los casos, disminuyendo la intensidad de los síntomas en otro 40-50% de los casos. Así, en pacientes con problemas de continencia, el uso de ropa con sistemas de apertura sencillos evitan situaciones de pérdidas, como también reduce la urgencia miccional moderar la ingesta de bebidas excitantes como café y té.

Cuando el uso de diuréticos es estrictamente necesario debido a afecciones cardiacas es conveniente administrar estos fármacos durante el día y permanecer cerca del lavabo en las primeras horas (salvo que el fármaco disponga de presentaciones de efectos más retardados) antes de que el efecto más intenso desaparezca y pueda abandonarse el domicilio. En esta línea, es importante también modificar el patrón de ingesta líquida vespertina y nocturna, de forma que se eviten las situaciones de urgencias miccionales nocturnas que faciliten los escapes.

La corrección de las barreras arquitectónicas en el domicilio del adulto mayor es importante para reducir los escapes y evitar las caídas, otro de los grandes síndromes geriátricos. En este sentido es muy importante mejorar la accesibilidad al retrete y disponer en las estancias más utilizadas de orinal o de cuña sanitaria para los casos en los que la urgencia miccional impida salvar la distancia hasta el retrete.

Para mejorar el control de los síntomas son importantes los ejercicios que potencian y fortalecen la musculatura del suelo pélvico y también las técnicas de reentrenamiento vesical favoreciendo y educando la periodicidad de las micciones voluntarias.

En definitiva y como resumen es aconsejable la revisión periódica de los fármacos prescritos y las dosis de los mismos, evitando las prescripciones inadecuadas y la prescripción de fármacos de los grupos farmacológicos que incrementan el riesgo de incontinencia urinaria. Cuando los fármacos que generan incontinencia no puedan ser retirados o la reducción de la dosis no impida la aparición de incontinencia, las medidas higiénico-dietéticas explicadas pueden ayudar a evitar la incontinencia o a reducir la intensidad de sus síntomas.

By: F.J. Tarazona Santabalbina
Doctor en medicina y especialista en geriatría.
Vocal clínico de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontolgía (SEGG).
Miembro del Executive Board de la European Union Geriatric Medicine Society (EUGMS).
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