La clave para una piel saludable y resistente está en la microbiota cutánea, un ecosistema vivo compuesto de una variedad extensa de microorganismos que protegen nuestra piel. Dentro de los microorganismos encontramos los residentes y los patógenos que viven bajo una relación de equilibrio. La microbiota cutánea actúa en primera línea defensiva como barrera física y química que evita la invasión de microorganismos extraños. En segunda línea defensiva se encuentra el sistema inmunitario, un complejo sistema que nos protege y defiende de infecciones. En el momento que este sistema se rompe puede aparecer el picor cutáneo, el enrojecimiento, la sequedad, las manchas o las irritaciones en la piel.
Hay varias causas que pueden modificar el microbioma especialmente en personas mayores.
El Biolín es un poderoso prebiótico que trabaja a favor de nuestra piel manteniendo y reconstruyendo la microbiota. Para ello, estimula el crecimiento de microorganismos residentes frente a bacterias oportunistas y activa las condiciones necesarias para la recuperación de la piel. De esta manera, el Biolín ayuda a prevenir el picor, las rojeces y el desorden cutáneo de las pieles maduras.
Es una biomolécula constituyente de los seres vivos que está presente especialmente en la piel.
Una de las principales propiedades del Ácido Hialurónico es su capacidad de hidratación, es decir, retiene el agua en la epidermis y actúa como un efecto de relleno a corto y largo plazo.
Tiene capacidad regeneradora por lo que cumple un papel importante en la cicatrización de las heridas. Además, mejora la función barrera y la elasticidad de la piel.
El Ácido Hialurónico incorporado en las cremas ABS® SkinCare proporciona una mayor absorción y eficacia gracias a su bajo peso molecular de 800KDa.
Con el paso de los años, la producción natural del Ácido Hialurónico se reduce produciéndose un envejecimiento de la piel ya que pierde su firmeza y volumen.
La incorporación de este ácido a nuestra piel estimula nuestro propio Ácido Hialurónico aportando hidratación extra, revitalizando las capas superficiales externas de la piel y contribuyendo a mantener una apariencia saludable.
La Rosa rubiginosa, de cuyas semillas se obtiene el aceite de rosa mosqueta, se utiliza en dermocosmética gracias a sus propiedades como eficaz regeneradora de la piel.
Por su composición excepcional, el aceite de rosa mosqueta se ha convertido en el mejor aliado para la piel gracias a sus numerosas aplicaciones cosméticas y dermatológicas:
La exposición a las radiaciones solares causa cambios morfológicos importantes en la piel (dermatoheliosis). La dermatoheliosis se manifiesta de diferentes formas y en diferentes intensidades, desde arrugas superficiales o queratosis activa hasta variaciones en la distribución de los gránulos de melanina.
Se ha demostrado que el aceite de rosa mosqueta tiene efectos beneficiosos sobre la piel fotoenvejecida.
El aceite de rosa mosqueta se caracteriza por su riqueza en ácidos grasos insaturados, ácido linoleico y linolénico, que participan en la síntesis de las prostaglandinas, en la generación de membrana, en los mecanismos de defensa, el crecimiento, así como en otros procesos biológicos relacionados con la regeneración celular. Es por ello que este aceite es de gran utilidad para estimular la epitelización.
El aceite de rosa mosqueta es rico en ácidos grasos esenciales y actúa en la regulación de la elasticidad cutánea y en el restablecimiento de la hidratación. Estos ácidos grasos son componentes importantes de todas las membranas celulares, a las que dotan de permeabilidad y de elasticidad. Desempeñan asimismo un papel fundamental en la formación de ceramidas, los más importantes lípidos que forman la barrera de la epidermis y, en consecuencia, son esenciales para la estabilidad y la función de barrera la piel.
1Aceite de rosa mosqueta. Composición y aplicaciones dermocosméticas
La urea es un compuesto natural nitrogenado que se forma en el hígado a partir del amoníaco. Forma parte del factor natural de hidratación (alrededor de un 7%) pero con la edad la cantidad se ve reducida.
En dermocosmética este compuesto es sintetizado y añadido a sus formulaciones para aportar múltiples propiedades beneficios para la piel:
Es uno de los componentes hidratantes más efectivo ya que ayuda a la hidratación profunda de las distintas capas de la piel ralentizando y reduciendo la pérdida de agua. Al mismo tiempo, favorece la descamación natural de la epidermis, realizando una exfoliación hidratante.
La actuación beneficiosa de la urea se ha comprobado científicamente en tres aspectos principales:
Principio activo 100% natural, procede de un extracto vegetal que se caracteriza por sus propiedades regenerativas y se extrae de la camomila. Ofrece diversas propiedades en las que destacan:
Previene la descomposición del colágeno, la proteína que protege contra la flacidez y la pérdida de tono. También previene la síntesis de melanina, reduciendo así la pigmentación de la piel , consiguiendo un ligero efecto iluminador.
Provitamina que, al aplicarse sobre la piel, se absorbe y se transforma en vitamina B5, mejorando la barrera cutánea que beneficia la piel dañada. Su bajo peso molecular hace que penetre con facilidad hasta el interior de la dermis.
Mejora la elasticidad de la piel y fomenta la formación de nuevas células. Reduce el flujo sanguíneo, haciendo desaparecer el enrojecimiento y el prurito.
Es ideal para piel irritada gracias a las propiedades humectantes, emolientes e hidratantes. Es muy efectivo como calmante de la piel enrojecida ya que ayuda a restaurar la barrera natural de la piel y potencia su proceso de regeneración
El Óxido de Zinc es un mineral en polvo blanco, se obtiene de forma natural de la zincita o cincita, un mineral que contiene un 80% de óxido de zinc. Es un protector de la piel que actúa como una barrera entre la piel y los irritantes. Ayuda a regenerar la barrera cutánea y a mejorar irritaciones, escoceduras y rojeces.
Se utiliza en los protectores solares y para elaborar otros productos, como ungüentos para la dermatitis del pañal y maquillaje.
Se extrae de las nueces de Karité, el fruto de un árbol que crece en África Occidental. Acción emoliente y suavizante de la piel.
Destaca por sus propiedades:
El aloe vera ofrece grandes beneficios para cuidar la piel y mejorar algunos problemas como la irritación y el enrojecimiento, y retrasar el envejecimiento.
De las hojas carnosas (pencas) de la planta de aloe, se extrae el famoso gel de aloe vera, una sustancia gelatinosa con propiedades medicinales. Se suele usar a nivel tópico para hidratar la piel y tratar ciertos problemas cutáneos, como la sequedad.
Se dice que uno de los grandes beneficios del gel de aloe vera es que ayuda a limpiar piel. Por su contenido en enzimas, al aplicarlo realizamos una exfoliación muy suave de la piel. De este modo, eliminamos las células muertas, sin resecarla.
El gel de aloe vera, por sí solo, no consigue hidratar la piel (al contrario, tiende a resecarla) pero si se combina con algún aceite vegetal (como el de coco, el de almendra, el de jojoba, etc.) puede brindar el efecto deseado, sin darle a la piel un aspecto graso.
Se suele decir que el más destacado de los beneficios del gel de aloe vera es su capacidad para acelerar y mejorar la cicatrización de las heridas leves más recientes. De hecho, muchos tratamientos incluyen este gel, combinado con otros ingredientes que ayudan a regenerar la piel y a sanar heridas superficiales leves, como el aceite de rosa mosqueta.
Los compuestos vegetales que contiene el aloe vera son los que estimulan el crecimiento de las células de la piel. No obstante, para que pueda surtir efecto deberemos ser constantes.
Para calmar la piel en caso de molestias leves, el aloe vera puede ser uno de los mejores remedios. Gracias a su contenido en fitosteroles y emolina, también destaca por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Por este motivo todos deberíamos tener la planta a nuestro alcance o bien el gel en el botiquín. Podemos aplicar el gel para aliviar quemaduras leves o picaduras, o bien a modo de loción después de la depilación y el afeitado. Además de calmar la irritación, también favorece la regeneración de la piel y nos da una agradable sensación de frescor.
A la función limpiadora debemos sumarle las propiedades antisépticas, antimicrobianas y antifúngicas del aloe vera. De este modo, podemos prevenir infecciones de la piel.
La camomila, también llamada manzanilla, es una de las plantas medicinales más conocida y utilizada desde la antigüedad.
Como sabemos, en forma de infusión y por vía oral, se utiliza fundamentalmente para tratar problemas digestivos y nerviosos leves debido a sus propiedades calmantes y relajantes. Menos conocido es el hecho de que estas propiedades son igualmente efectivas sobre la piel.
Numerosos productos cosméticos destinados al cuidado de la piel en general la incluyen por los beneficios que produce sobre ésta. Veamos más en detalle cuáles son estos efectos:
En resumen, podemos decir que la camomila, aunque está especialmente indicada para pieles sensibles, es un ingrediente natural adecuado para todo tipo de piel, y su inclusión en los cosméticos proporciona hidratación, purificación y relajación.
La vitamina E es una vitamina liposoluble y un antioxidante natural que ayuda a fortificar las células de la piel y, a la vez, a combatir el envejecimiento prematuro de tu piel, manteniéndolo fresco y radiante.
Además de todo ello, la vitamina E es uno de los componentes que protegen la piel de los rayos solares y de los agentes ambientales contaminantes, entre otros múltiples beneficios.
Debido a sus propiedades antioxidantes, la vitamina E también es esencial para tener un cabello saludable. Cada día sometemos a nuestro pelo a muchos factores que le pueden resultar perjudiciales, el cepillado excesivo, la contaminación, el sol, etc. Por ello, debemos cuidarlo lo máximo posible con los productos más adaptados a sus necesidades, y la vitamina E es un ingrediente que hay que tener en cuenta para protegerlo de todas estas agresiones diarias.
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