La incontinencia nocturna en adultos puede reflejarse de dos formas, una es la nocturia, la necesidad que una persona tiene de levantarse de noche para ir a orinar en repetidas ocasiones.

La otra es la enuresis y es la micción involuntaria cuando se está dormido después de una edad en la que la incontinencia nocturna no es lo habitual.

La micción frecuente durante las noches puede deberse a diversos factores. Puede ser debido a alguna enfermedad, porque existan problemas renales o causa de alguna medicación. Sin embargo, en personas mayores es habitual que tengan que levantarse a orinar una o dos veces por la noche. La nicturia, en mujeres mayores de 65 años, se asocia con la menopausia, la hipertensión arterial y una menor capacidad vesical. Puede ocasionar problemas ya que el sueño se ve interrumpido lo que repercute en el descanso y puede afectar negativamente en la actividad diaria, y por tanto, en la calidad de vida.  En el caso de los hombres, la nicturia suele estar relacionada con una próstata agrandada. No obstante, los músculos hiperactivos de la vejiga u otras enfermedades subyacentes pueden producir la micción frecuente por las noches, independientemente de la edad y el sexo.

En el caso de la enuresis, la micción no se puede controlar por lo que se acaba mojando la cama. Aunque la enuresis nocturna en los adultos a menudo se relaciona con síntomas propios de edades avanzadas, esto no forma parte del proceso natural de envejecimiento y las causas también pueden estar relacionadas con alguna enfermedad subyacente. Pasar por una depresión o tener apnea obstructiva del sueño puede desencadenar la enuresis nocturna en adultos. Es importante que la persona que empieza a padecer eneuresis, visite al médico para realizar un examen completo que revele la causa del problema.

Según la Organización Mundial de la Salud se pueden tomar algunas medidas para prevenir la incontinencia nocturna en adultos. Beber poco por la tarde, sobre todo, bebidas alcohólicas y bebidas con cafeína ya que tiene un efecto diurético; no fumar; seguir una dieta saludable; vaciar la vejiga frecuentemente, durante el día y sobre todo antes de acostarse y no llevar una vida sedentaria pueden ayudar.